Si algo nos está enseñando esta pandemia del coronavirus es lo frágil que puede ser la existencia, cómo te puede cambiar la vida de un instante a otro, sin siquiera haberte preparado para ello. Esto nos lleva a reflexionar acerca de lo que hacíamos habitualmente y de todo aquello de lo que nos cuesta desprendernos, aun cuando no tenga utilidad.
El problema con las cosas inservibles no es únicamente que están ocupando un espacio en vano, sino que a veces también representan un peligro. Entonces ¿para qué retenerlas? Ahora que estamos “encerrados” la mayor parte del tiempo en nuestros hogares, podemos tomarnos el tiempo para deshacernos de lo que no tiene ningún provecho y que puede traernos riesgos.
Hay quienes conservan un coche dañado con la esperanza de arreglarlo algún día; sin embargo, siempre surgen prioridades que van retrasando ese proyecto. La mala noticia es que, con el pasar del tiempo, las condiciones de los vehículos se agravan, por lo tanto, si usted tenía inventariadas las averías, es muy probable que esa lista ya esté obsoleta y las fallas ahora sean más de las que imagina. Incluso hay problemas que no se aprecian a simple vista.
No olvidemos que los vehículos contienen piezas y fluidos que pueden ser una especie de bomba de tiempo, por ello se han registrado lamentables casos en los cuales explotan o expiden gases perjudiciales para los individuos y para el medio ambiente. Son varios los factores que podrían acarrear algún tipo de accidente.
Por otro lado, un automóvil aparcado indefinidamente se convierte en guarida de insectos y alimañas como los roedores, culebras, etc., con el ineludible perjuicio que estos animales pueden ocasionar a las personas y a las mascotas que cohabitan en el hogar. En especial, si tenemos niños, sabemos lo curiosos que son y tal vez su espíritu aventurero les haga explorar más de lo debido.
Por último, pero no menos grave, está el enojo de la mujer de la casa, quien seguramente ya esté harta de la mugre y del espacio desperdiciado por el viejo coche. Además, con un lista de pendientes que se podrían resolver con la venta del cacharro.
Qué hacer con un coche inservible
Ante una situación como la descrita, lo mejor es venderlo. No obstante, muchos se pueden preguntar ¿quién me va a comprar algo que no sirve? La respuesta es muy simple, el comprador perfecto es un desguace. Este tipo de negocios no se cohíbe por muy mal que esté el vehículo. Puede probar pidiendo tasación a través de este link cochesparadesguace.com.
Recomendamos esa web porque es un sitio confiable, que lleva bastante tiempo en el mercado dedicado a la compra de coches inservibles (con cualquier problema de mecánica, inundados, quemados, siniestrados y muy viejos), sus ofertas son generosas y se encargan de los trámites para darle de baja. Es probable que no consiga una mejor tasación que la que ellos ofrecen.
